La mayoría de los partidos políticos en las sociedades democráticas
tratan de promover la participación de sus miembros confiriéndoles un papel en
el proceso de selección de sus líderes a nivel local y nacional, así como de
sus candidatos a cargos de elección popular. Esta sección se enfoca
exclusivamente en la selección interna de los órganos directivos, pero hay una
dedicada a los procesos de selección
de candidatos dentro de los partidos políticos.
Hay tres conceptos que son claves para la selección de los órganos
directivos o de los dirigentes partidistas. Uno es el de centralización,
que se refiere al nivel –local, regional o nacional- en el que se controla la
selección de candidatos. El segundo es el de participación, que se
refiere a quienes –miembros ordinarios o líderes- controlan el proceso en el
nivel en el que se toma la decisión. El tercero es el de mediación, que
se refiere al mecanismo a través del cual los intereses organizados dentro del
partido pueden tener influencia.25
Centralización
En un sistema altamente centralizado, la estructura partidista a nivel
nacional decide lo relativo a la selección de sus dirigentes sin ninguna
participación de las estructuras locales. En el extremo opuesto se ubican los
sistemas en que las estructuras locales deciden lo concerniente a sus dirigentes
y posiblemente también a sus representantes en los órganos de dirección
nacional sin que se requiera la aprobación o medie participación de la
estructura nacional. Como en muchos otros campos, las prácticas comunes se
ubican usualmente entre ambos extremos.
En la mayoría de los partidos políticos, los procesos de selección a
nivel local se relacionan con la selección de candidatos locales para las
elecciones generales, en tanto los dirigentes nacionales son seleccionados a
nivel nacional. En ambos casos, los partidos tienen que encontrar un punto de
equilibrio entre las estrategias a nivel nacional y las sensibilidades de
carácter local, sin descuidar el papel que el propio partido desempeña en todos
los niveles del proceso político.
Participación
Un caso de participación extremadamente limitada sería en el que el
líder del partido decide por sí mismo todo lo relativo a la integración de los
órganos de dirección. El extremo opuesto sería en el que los miembros
ordinarios del partido decidirían con la participación acotada de los líderes
en funciones e incluso sin ella.
Los partidos en el mundo optan por distintas modalidades de
participación de sus miembros en los procesos de selección, pueden comprender
desde elecciones primarias hasta elecciones indirectas en las que las distintas
estructuras del partido envían delegados al congreso nacional.
Mediación
La mediación tiene que ver con los problemas de reconocer y mediar entre
los distintos intereses de un partido político y sus organizaciones. La mayoría
de los partidos políticos se integran por distintas vertientes, fracciones o
grupos que constantemente buscan influir en la dirección del partido y, por
tanto, en el proceso de selección de sus dirigentes. Una buena capacidad de
mediación entre los distintos intereses puede propiciar una representación y
participación equitativa de los distintos grupos en la selección de sus
dirigentes.
Mecanismos de selección de los dirigentes de un partido26
Los componentes de centralización, participación y mediación tienen que
ser equilibrados en el proceso de selección de los dirigentes partidistas.
Algunos partidos ponen más énfasis en uno de estos elementos, mientras que
otros tratan de considerarlos en forma integral, aunque en última instancia el
resultado dependerá también de cuestiones relacionadas con la cultura política,
la ideología partidista y las prácticas organizativas. Asimismo, algunos
partidos políticos aplican cuotas internas para diversificar la representación
en sus órganos directivos a nivel nacional.
Estos son algunos de los mecanismos más comunes para la selección de los
dirigentes partidistas:
- Sólo deciden los miembros del
grupo parlamentario del partido. El grupo que toma la decisión sobre quién
será el próximo dirigente comprende, por tanto, a un número reducido de
personas. Esta fórmula implica un alto nivel de centralización y bajos niveles
de participación y mediación.
- La elección por un colegio
electoral es otro método que consiste en que un grupo limitado, por ejemplo,
los miembros del grupo parlamentario o los representantes de las agrupaciones
partidistas en las circunscripciones o de corporaciones afiliadas al partido,
determina cuál candidato ha de contender. Es usual que cada uno de los grupos disponga
de un número análogo de los votos necesarios para elegir al dirigente
partidista. Esta fórmula refleja un compromiso y la intención de mediar entre
los distintos intereses.
- Algunos partidos permiten que la decisión se tome a través de convenciones abiertas (primarias
abiertas), no se puede obviar el parecido de esta fórmula con las elecciones
primarias que se realizan en los Estados Unidos para elegir a los candidatos.
Esta fórmula privilegia la participación.
- Hay otro método de selección que combina una participación restringida
con una amplia mediación de intereses (especialmente los derivados de una
estructura descentralizada), al que también se le denomina voto partidista
indirecto (Carti y Blake 1999). El derecho al voto puede restringirse a
miembros del partido o de su grupo parlamentario y puede requerir el pago de
alguna cuota.
- La última fórmula puede denominarse selección estructurada,
porque, por una parte, el voto es
universal para cualquiera que quiera participar, en tanto que los
resultados están fuertemente estructurados mediante un proceso de mediación en el que, por ejemplo, algunos intereses
tienen mayor peso o reconocimiento que otros. Esto significa que el resultado
de la elección de la dirigencia puede ser modificado ex post, de tal forma que
los votos de algunas estructuras regionales, de las mujeres o de ciertas
corrientes adquieran más influencia que otras.
Consecuencias de los distintos métodos de selección
El mecanismo de selección que se utilice tiene implicaciones en el tipo
de dirigencia o liderazgo que se selecciona.
La selección exclusiva por los miembros parlamentarios del partido suele
propiciar que sea dentro de ese mismo círculo dentro del cual se elija al
dirigente, quien suele contar con gran experiencia en el campo parlamentario.
Cuando el concepto de mediación domina el proceso de selección, las
estructuras organizadas del partido y/o sus organizaciones auxiliares
desempeñan un papel más importante y la negociación entre ellas puede ser más
clara que en una disputa interna entre los intereses de sus miembros. En un
escenario óptimo, los dirigentes seleccionados a través de esta fórmula
disfrutan de una mayor legitimidad dentro del partido, además, el proceso de
mediación también puede provocar que los afiliados en general tengan mayor
influencia en la decisión.
Las fórmulas que enfatizan la descentralización orientan claramente el
balance hacia candidatos regionales o locales y abren oportunidades para que
puedan ser seleccionadas personas que se ubican fuera de las oficinas
tradicionales de influencia.
Los procesos de selección abierta27
con altos niveles de participación por parte de los militantes o afiliados
partidistas individuales pueden desembocar en la elección de candidatos
populares y más conocidos, algunas veces independientemente de cuenten con alguna
trayectoria o experiencia partidista o legislativa. Toda vez que la dirigencia
del partido no tiene influencia en el proceso de selección, puede ocurrir que
se elija a líderes sin gran trayectoria parlamentaria o sin experiencia en el
ejercicio de cargos públicos.
Abrir los mecanismos de selección interna a una participación general
más amplia puede provocar algunas consecuencias no intencionales como la
generación de disputas entre corrientes o facciones internas o incluso la
participación en las elecciones internas de candidatos no muy comprometidos con
el partido, como con respecto a temas que en su opinión necesitan ser planteados
públicamente.
En términos generales, los países de todo el mundo buscan propiciar una
amplia participación en la selección de los dirigentes partidarios, pero las
decisiones varían respecto a las fórmulas para equilibrar a las distintas
regiones e intereses.